De mi vida contigo aprendí que no, no se puede tener todo. Que cuando me levantaba tenía que elegir entre quedarme abrazándote en la cama o ir corriendo a desayunar. Siempre que sonreías no sabía que hacer si convertir esa preciosa sonrisa en un beso o sonreír contigo. Porque cada vez que me decías "yo te quiero más" no sabía si discutirtelo o echarme a reír, porque era la tontería más grande que me habían dicho nunca. Jamás nadie querrá a otra persona como yo te quería a ti.